Maria Elisa Romer se describe como una persona muy quisquillosa; está consciente de que todo en la vida se consigue trabajando y que la constancia es fundamental para el éxito.
Es la Directora del Instituto Culinario de Caracas, Gerente general del Comedor del ICC, miembro de Venezuela Gastronómica, mamá de dos adolescentes y está felizmente casada desde hace 20 años, ella es nuestra chef invitada, María Elisa Romer.
Mientras esperaba por el encuentro, el ICC comenzaba a impregnarse de olores, los estudiantes subían y bajaban las prominentes escaleras que engalanan la escuela, en muchos percibí nervios, pues ese sería el preámbulo para la presentación de su examen final, el cual les daría el título de “cocineros”, no chefs.
Una vez en su oficina, para romper el hielo, como tradicionalmente reza el refrán, nos trajeron un par de tintos, que vaya mi felicitación para quien los preparó. Ya sentadas nos dispusimos a conversar y mi conclusión, después de casi una hora de una amigable charla, es que el éxito y el reconocimiento se alcanzan trabajando con constancia y disciplina
Su primer encuentro con la cocina fue a los 12 años, sin embargo es a los 17 cuando, luego de la muerte de su papá, comienza a cocinar de manera informal.
Mi mamá no sabía cocinar, a ella no la criaron para ser ama de casa, pero lo era cuando se casó, debido a eso hizo un curso de cocina con técnica francesa, la sorpresa fue que aprendió a cocinar muy bien hasta el punto de que en mi casa nunca se compró mayonesa, porque la preparábamos. Cuando mi papá muere mi mamá no cocinó más, eso fue a mis 17 años.
Mi mamá no sabía cocinar, a ella no la criaron para ser ama de casa, pero lo era cuando se casó, debido a eso hizo un curso de cocina con técnica francesa, la sorpresa fue que aprendió a cocinar muy bien hasta el punto de que en mi casa nunca se compró mayonesa, porque la preparábamos. Cuando mi papá muere mi mamá no cocinó más, eso fue a mis 17 años.
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